Crisis Agrícola Inminente: El Niño Golpea a los Gigantes Productores
En el horizonte del año 2023 se vislumbra el escenario climático más cálido registrado hasta la fecha, según el reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Sin embargo, la preocupación alcanza nuevas alturas al anticipar que el 2024 marcará un récord aún mayor debido al fenómeno de El Niño, proyectado para persistir hasta abril, generando aumentos significativos en las temperaturas tanto en tierra como en el océano.
Desde mediados de octubre de 2023, las temperaturas en la superficie del océano y otros indicadores atmosféricos y oceánicos han coincidido con el desarrollo de El Niño, que se manifestó entre julio y agosto, alcanzando su punto álgido entre noviembre y enero del próximo año. La Organización Meteorológica Mundial estima con un 90% de certeza que este fenómeno perdurará durante el invierno del hemisferio norte y el verano del hemisferio sur, disminuyendo recién en la primavera boreal.
«El año 2023 se encamina a convertirse en el más cálido jamás registrado, y el 2024 podría superarlo. Esto se atribuye sin lugar a dudas a las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero derivados de actividades humanas», advierte el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Las consecuencias de El Niño, asociado al calentamiento del Pacífico ecuatorial central y oriental, se manifiestan en fenómenos extremos como olas de calor, sequías, incendios forestales, lluvias torrenciales e inundaciones, según detalla Taalas.
Impacto en la Agricultura Global y Desafíos Económicos:
Durante el último trimestre de 2023, las temperaturas en el Pacífico presentaron anomalías mensuales aproximadamente 1,5°C por encima de la media, augurando un calentamiento continuo en la región. No obstante, El Niño no es el único factor que influye en los patrones climáticos, y la OMM destaca la importancia de integrar otros modos de variabilidad climática.
Las predicciones de precipitaciones para los próximos tres meses señalan impactos significativos en diversas regiones, desde el Cuerno de África hasta la cuenca de los ríos Paraná y La Plata en Sudamérica. La OMM trabaja activamente para proporcionar actualizaciones y asesoramiento a las comunidades afectadas.
Amenazas para la Agricultura Global y Posibles Escenarios Económicos:
Brasil, India, Indonesia y Australia, líderes en la producción de diversos cultivos, enfrentan la amenaza de cosechas disminuidas, lo que ejercerá presión sobre las cadenas agroalimentarias globales. Este escenario podría traducirse en un 2024 tenso en términos de oferta y demanda, afectando tanto a los principales exportadores como a países que dependen de su autosuficiencia alimentaria.
El aumento de los precios de los alimentos en 2024 es casi inevitable, y regiones como el Sudeste Asiático, con experiencias previas de El Niño, podrían enfrentar presiones inflacionarias significativas. La vulnerabilidad del arroz y otros cultivos a eventos climáticos extremos agrega incertidumbre, contribuyendo al temor de una inflación a medio plazo.
Desafíos Sociales y Políticos en Economías Emergentes:
Las naciones con una dependencia significativa en la agricultura, como Indonesia, podrían enfrentar pérdidas de ingresos y empleo, con posibles implicaciones en la estabilidad política, especialmente en el contexto de las elecciones generales programadas para febrero de 2024. Mientras tanto, los países exportadores menos afectados podrían beneficiarse de precios más altos de las materias primas agrícolas.
En resumen, el 2023 y el inminente 2024 plantean desafíos significativos para la comunidad global, desde extremos climáticos hasta impactos económicos y sociales. La colaboración internacional y la preparación a nivel local son esenciales para mitigar estos efectos y construir resiliencia frente a un futuro climático incierto.
Cerrando la Brecha: La Importancia de un Monitoreo Efectivo de Poscosecha
En este contexto crítico de desafíos climáticos y económicos, la implementación de sistemas avanzados de monitoreo de poscosecha se erige como una herramienta invaluable para mitigar pérdidas y fortalecer la seguridad alimentaria. Es en este punto crucial que WIAGRO, con su experiencia líder en tecnologías de monitoreo, emerge como un aliado esencial. Un sistema de monitoreo de poscosecha efectivo, como el que ofrecemos, permite a agricultores, empresas y gobiernos anticipar y gestionar riesgos, optimizando las condiciones de almacenamiento y transporte de productos agrícolas. Al invertir en soluciones como WIAGRO, no solo se preserva la calidad de los alimentos, sino que también se contribuye significativamente a la sostenibilidad de las cadenas de suministro y a la reducción de pérdidas económicas en un momento de gran relevancia. En la construcción de un futuro alimentario más resistente, WIAGRO se posiciona como un socio confiable para enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio.
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