Caso de éxito: CIGRA SA

Caso de éxito: CIGRA SA
Cigra monitorea sus silobolsas a distancia con Smart-Silobag

La empresa de agronegocios Cigra  se dedica a la comercialización de cereales e insumos y a la producción agrícola en la Argentina. Nació en 1998 en el sudeste de la provincia de Córdoba y actualmente tiene cuatro oficinas de atención comercial ubicadas en Wenceslao Escalante y Monte Buey (Córdoba), Gancedo (Chaco) y Rosario (Santa Fe). Su equipo está conformado por 90 personas que desarrollan tareas en las áreas operativa, administrativa, técnica y gerencial. 

Como compañía productora, Cigra lleva adelante sus actividades agrícolas en diferentes zonas del país tales como provincias de Santiago del Estero y Chaco, sudeste de las provincias de Córdoba y Santa Fe y noroeste de Buenos Aires, donde desarrolla amplias superficies de producción de cultivos.  Ya se trate de áreas contratadas o propias, se concentra en cultivos tales como soja, maíz, trigo, cebada, girasol, algodón y maní.

La compañía opera en zonas bastante aisladas, con lo cual el tema de la seguridad de la producción embolsada comenzó a transformarse en una inquietud. Y, si bien utiliza silobolsas para embolsar granos en varias de las locaciones donde opera, en algunas de ellas la exposición era mayor, ya que se trataba de áreas de riesgo: “Por ejemplo en Chaco hay poco movimiento de gente y existe mayor riesgo de robo; y lo mismo ocurre en San Gregorio, al sur de Santa Fe, donde alguna vez nos habían robado algo de granos. Por eso estábamos buscando una solución”, comenta Ezequiel Pezzoni, responsable de maquinaria de Cigra. 

Solución tecnológica

Ante esta situación, hace algo más de un año la empresa decidió incorporar la solución Smart Silobag, de Wiagro, que permite monitorear silobolsas de forma remota. Se trata de una herramienta de Internet de las Cosas (IoT) que incluye sensores para silo bolsa y una plataforma web para la visualización, que opera con conectividad satelital. Esto permite conocer las condiciones de la producción almacenada en silos bolsa y en silos convencionales para almacenamiento de granos. La herramienta es autoinstalable y facilita la detección de roturas por animales o por hechos de vandalismo. Además, ofrece geolocalización de cada silobolsa. Y también monitorea toda la masa de granos en busca de cualquier problema de calidad, incluido el centro del silo o silobolsa y todas las áreas propensas a puntos calientes. En tal sentido controla variables como humedad intergranaria, temperatura y CO2. Y ante cualquier movimiento o parámetro fuera de lo normal, emite alertas por e-mail y Telegram. 

La plataforma web de la solución Smart Silobag ofrece predicciones de deterioro calidad y datos sobre el nivel de riesgo de las toneladas almacenadas en cada silobolsa. En tal sentido los datos de los sensores combinan información ambiental y modelos predictivos para recomendar intervenciones apropiadas que maximicen la calidad del grano almacenado. De esta manera los productores de Cigra pueden recibir toda la información de sus silobolsas en su celular o web. “A la hora de seleccionar la herramienta, el hecho de que Smart Silobag funcionase con señal satelital también nos pareció importante, porque en los campos que trabajamos en el norte no hay señal de celular”, explica Pezzoni.  

Sensores para silo bolsa 

Actualmente Cigra tiene 36 sensores activos en el norte de la provincia de Chaco (70 km al norte de Río Muerto) y en Santiago del Estero (en la zona de Otumpa). Además, tiene otros 12 en la zona de Ameghino (provincia de Buenos Aires). Estos sensores permiten monitorear un total de 12 silobolsas de 60 a 65 metros: “En realidad embolsamos bastante más, pero priorizamos esos bolsones por un tema de seguridad y de costos”, aclara Pezzoni, y agrega: “Esta solución tiene un costo que se justifica y lo vale, pero en nuestro caso tiene sentido para determinadas zonas, ya que no embolsamos la producción durante mucho tiempo. Si bien las funciones para el control de la calidad de los granos están muy buenas, nosotros le encontramos más uso cuando vamos a mantener la bolsa armada durante seis o siete meses”. 

En su momento Cigra también utilizó algunos sensores en el sur de la provincia de Santa Fe (San Gregorio), aunque en la actualidad no están activos. “En promedio la experiencia hasta aquí fue muy buena.  Al principio algunos sensores no tomaban bien la señal. Pero los recambiaron enseguida. Ahora acabamos de incorporar los sensores que monitorean calidad (C02, temperatura y humedad), ya que habíamos empezado con los de seguridad solamente (control de movimiento)”, se explaya. 

Un caso testigo

En una oportunidad ingresó un armadillo en una de las silobolsas de trigo de Cigra en Santa Fe. “Fue una experiencia interesante porque permitió probar el correcto funcionamiento de los sensores y del sistema”, afirma Pezzoni. Y detalla: “Primero empezamos a recibir alarmas todos los días, a veces dos veces por día, que indicaban que había movimiento. Y entonces el técnico de la zona se acercaba al lugar, pero no notaba nada… Sin embargo, luego de tres o cuatro visitas, descubrió la cueva del peludo al costado del bolsón. Aparentemente el animal entró a la bolsa por debajo. Y el sensor lo leyó. Nos volvió locos varios días más, hasta que logramos sacarlo”.  

En lo que resta de la actual campaña agrícola la idea de Cigra es mantener la base de sensores que tiene instalada en sus campos. “Si en la próxima campaña la producción llega a ser más importante y logramos embolsar más cantidad de granos, o tenemos necesidad por temas comerciales, puede ser que vayamos creciendo en cantidad de sensores”, comenta Pezzoni. 

Beneficio a dos bandas

“Los principales beneficios que notamos a partir de la implementación de esta solución tecnológica son dos: por un lado, la posibilidad de detectar movimientos en la silobolsa, y eventualmente enterarnos rápidamente si nos están robando o si se produce algún otro problema que pueda generar pérdida de granos o deterioro de la calidad. Por otra parte, la solución también nos permite monitorear el tema de CO2, que es el principal indicador de actividad biológica, que a su vez puede generar una importante pérdida de calidad del grano. Al tener un monitoreo rápido, podemos actuar (por ejemplo, abrir la bolsa y la armarla de nuevo en otro lado, o mandarla a planta) para evitar el deterioro y que se pudra el grano. En este sentido existen otros sistemas que también están muy buenos, pero por ejemplo requieren acercarse a la bolsa para efectuar la medición de CO2. En cambio, la solución de Wiagro ofrece una medición constante, el monitoreo se realiza a distancia y queda todo registrado en la Web, lo que hace que resulte mucho más práctica”, concluye. 

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