JABALÍES: Soluciones IOT al rescate
Cómo disminuir las pérdidas millonarias que generan al agro los animales exóticos invasores
Así como ocurre con las especies vegetales exóticas, que no tienen predadores naturales y a la larga resultan invasivas y dañan los equilibrios de los ecosistemas, los animales no autóctonos también son un peligro para los biomas. En su conjunto las especies exóticas invasoras (EEI) son “especies transportadas por las personas por fuera de sus límites naturales de distribución que, una vez en un nuevo territorio, se expanden y se vuelven dominantes. En este sentido condicionan todo un ecosistema y el funcionamiento de especies nativas, lo que trae consecuencias negativas y económicas, así como enfermedades e impactos sobre valores culturales”.
Además de poner en riesgo los ecosistemas naturales, atacar la biodiversidad y generar daños ambientales, estos animales también ponen en peligro las cosechas y ocasionan pérdidas económicas concretas. Por ejemplo, según una estimación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en la Argentina se pierden más de US$ 1400 millones cada año por el accionar dañino del jabalí. En el pasado, los daños generados por esta especie solían ser denunciados en las zonas aledañas a los montes del norte del país. Pero últimamente se conocieron casos en la pampa húmeda, y especialmente en la provincia de Río Negro.
De África a la pampa
En la provincia de La Pampa también hubo productores que informaron la rotura de más de una silobolsa por parte de jabalíes, que mordieron las bolsas y produjeron daños importantes. En esa zona, al igual que en el sur de la provincia de Buenos Aires, los productores alertaron que crece el número de estos animales y hoy se los ve en sitios que antes no frecuentaban. Además indicaron que rompen los alambrados, hacen pozos y se comen el maíz en los lotes sembrados.
El jabalí es oriundo del norte de África, pero llego a diseminarse por toda Asia y Europa. A comienzos del siglo XX se la introdujo en la Argentina para la caza. Pero muchos ejemplares se fugaron y se transformaron en animales silvestres, alcanzando tamaños más importantes que en los países europeos.
IoT al rescate
Recientemente la Argentina puso en marcha una estrategia para lidiar con estas especies invasoras y contrarrestar sus efectos, en base a un proyecto liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible junto con la FAO, que tendrá a su cargo la implementación. El espíritu de este plan es proteger la biodiversidad y minimizar los impactos de las invasiones biológicas.
Pero más allá de las políticas, estrategias y acciones que se están desarrollando desde el sector público para disminuir las pérdidas millonarias que generan las especies exóticas invasoras, y que por cierto son muy necesarias, la tecnología también puede salir en ayuda de los productores.
Desde Wiagro por ejemplo proponemos una herramienta (sensor para silobolsa) que permite controlar el estado de la producción almacenada en silobolsas en forma remota, a través de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) y una plataforma web que permite la visualización tanto en PCs como en smartphones.
Además de medir diferentes parámetros que hacen a la calidad de los granos y a su conservación (humedad inter granaria, temperatura y CO2), la solución de Wiagro permite detectar roturas por animales o vandalismo y emite alertas por e-mail y Telegram, de forma tal que se puedan realizar acciones inmediatas para proteger la producción.