Sequía: perspectivas para el 2023 y cómo asegurar la calidad de los granos almacenados
El fenómeno de La Niña en su tercer año consecutivo dejará un saldo complicado en la Argentina, con mermas previstas en las estimaciones de cosecha de 50 millones de toneladas. La sequía pronunciada y su impacto dramático, sumada a algunas heladas inesperadas, traerán dolores de la cabeza a la economía nacional. Los niveles de cultivo (particularmente de soja y maíz) serán de los más bajos en décadas en el país. Una proyección anticipa que la participación del campo en el PBI se reducirá al 4,35%, contra el 7% alcanzado en 2022.
En concreto, se espera que el producto bruto del agro caiga de U$S 34.750 millones en 2022, a U$S 23.000 millones en 2023. Es decir que habrá una disminución de casi U$S 12.000 millones. Por su parte la reducción de las exportaciones superaría los U$S 18.500 millones.
Otro informe indica que la sequía traerá pérdidas por U$S 14.000 mil millones en 2023 en las producciones de soja, trigo y maíz. Sumado al impacto en otros sectores de la economía, la Argentina tendría pérdidas por U$S 19.000 millones este año, lo que equivaldría a 3 puntos porcentuales de su PBI. Según este reporte las exportaciones serán de casi U$S 14.000 millones menos que la anterior campaña. Y en total se anticipa que el impacto para el fisco a nivel de ingresos rondará los U$S 6.000 millones.
Mejoras a futuro
Entre tanta dificultad la buena noticia es que el fenómeno de La Niña habría llegado finalmente a su fin a partir de marzo, lo que anticipa un mejor panorama para la próxima campaña. Pero más allá de estas perspectivas futuras, lo cierto es que en 2023 la producción y las divisas escasearán. Y por lo tanto será más importante que nunca cuidar la integridad y la calidad de los granos en la etapa de la poscosecha.
Resguardar los granos adecuadamente y evitar el ataque de plagas es fundamental. Y para eso es importante monitorear dos variables: temperatura y humedad, que son los que tienen “mayor incidencia en el mantenimiento de la calidad y duración del proceso de almacenamiento”.
Monitoreo necesario
Por ejemplo, debajo de los 17°C se limita notablemente el desarrollo y reproducción de la mayoría de las especies plaga de insectos. Por otra parte la propia respiración de los granos almacenados aumenta con la temperatura. Con lo cual un aumento en esta última y la humedad provocará un incremento en la actividad metabólica y ocasionará un menor tiempo de almacenamiento por pérdida de peso y calidad del grano.
En las actuales circunstancias cobra especial importancia la capacidad de controlar la temperatura y la humedad de los granos durante el proceso de almacenamiento en silobolsa o silo, para asegurar que se conserven en buenas condiciones. Y en tal sentido las modernas soluciones tecnológicas de Internet de las Cosas (IoT) como las que ofrecemos desde Wiagro ofrecen la posibilidad de efectuar este monitoreo a distancia, con sensores para silo bolsa y silos donde se almacenan granos que emiten alertas tempranas cuando las condiciones de guarda exceden los parámetros establecidos como normales.