Por qué se fumigan los granos en la etapa de poscosecha y por qué hay que controlar esta tarea

¿Por qué se fumigan los granos en la poscosecha, y por qué hay que controlar esta tarea?

Cuidar la producción de granos en la poscosecha es importante para asegurar la preservación y la calidad de la misma. Las plagas de insectos y ácaros pueden representar un problema grave para los productos agrícolas secos, almacenados y duraderos, incluidos los cereales alimentarios. Estas plagas pueden ocasionar pérdidas relevantes, y dañar la calidad.

Algunas estimaciones indican que las pérdidas cuantitativas anuales de alimentos y los desperdicios de cereales rondan el 30% a nivel mundial. Otras mediciones indican que cada año se pierde entre un cuarto y un tercio de la cosecha mundial de cereales. Del total de 10% de pérdidas poscosecha de granos, el 6% se daña durante su almacenamiento. De estas pérdidas posteriores a la cosecha por ejemplo en la India se detectó que los insectos almacenados por sí solos pueden representar del 2 al 4,2%.

En este marco en el comercio de granos se está utilizando la fumigación con fosfina como tratamiento fitosanitario contra varias plagas de insectos. Durante la fumigación se libera la sustancia química tóxica en estado gaseoso en un recinto hermético, en una concentración suficiente que resulta letal para los insectos. Este proceso presenta sus riesgos y es importante que la liberación del gas fosfina se realice de manera controlada.

Variables a controlar

La fosfina se utiliza por su bajo costo, la relativa facilidad para aplicar sus formulaciones y su aceptación como tratamiento libre de residuos en los mercados internacionales. La liberación de este gas fosfina de la formulación de tabletas de fosfuro de aluminio depende de la temperatura y la humedad relativa del entorno circundante, la humedad en el recinto y el contenido de humedad del grano.

A diferencia de los polvos de contacto, el fumigante “penetra en el interior de la masa de grano y alcanza las formas incipientes en gran medida invisibles (huevos, larvas) que se desarrollan allí”. Los fumigantes se esparcen por toda el área donde se liberan, y por lo tanto se utilizan en recintos totalmente estancos. De tal forma, cuando se fumigue el grano almacenado a granel, los silos deben ser perfectamente herméticos. Y para la producción almacenada en sacos o silos bolsa (silobolsa), el método habitual es cubrir estos últimos con una lona cuyos bordes se sellan al suelo o a las paredes de los recipientes donde se almacenan los granos.

Precauciones necesarias

La fosfina es inflamable a temperatura normal, por lo que se debe tener el debido cuidado en el momento de su aplicación. Además, “los fumigantes son muy venenosos para las personas y, por lo tanto, el personal que los va a usar debe estar cuidadosamente capacitado en su aplicación”; es importante observar escrupulosamente las medidas de protección y seguridad recomendadas (mascarillas, guantes, lavado de manos, cierre hermético de los envases de fosfina, etc.); y respetar el valor límite umbral del fumigante, que es la concentración de gas en el aire que es segura para el ser humano.

Por otra parte las malas prácticas de fumigación “pueden generar resistencia a la fosfina, lo cual es gran problema ya que no existe una buena alternativa a este fumigante”.

En Wiagro desarrollamos una solución específica que permite medir y controlar la fumigación con fosfina de granos en forma remota, a través de dispositivos de IoT y una plataforma web de visualización tanto en PCs como teléfonos inteligentes. Esta herramienta se basa en sensores para silo o silo bolsa, ofrece control en tiempo real y también detecta  fugas de fosfina fuera del encarpado con alertas por e-mail y Telegram. Además brinda acceso a una plataforma web con gráficas de fumigación y sistema de reportes semanal y mensual.

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