Silos con atmósfera no controlada: qué características tienen y cómo extremar el cuidado de los granos almacenados
El almacenamiento es una etapa especialmente delicada en la producción de granos y requiere de un manejo adecuado. Si bien los silos son una buena solución para conservar la calidad del grano por más tiempo, en el almacenado a largo plazo debe mantenerse fresco y seco. ¿Por qué razón? Los granos son de naturaleza higroscópica: absorben o expulsan la humedad en función de la temperatura y la humedad relativa del aire que los rodea. Y el problema es que bajo ciertas condiciones el grano entero “puede brotar y también atraerá moho, insectos y roedores”.
El grano produce calor y vapor de agua como resultado de la respiración. Mientras esta reacción química continúa, por un lado disminuye el valor nutricional del grano, y por el otro aumenta el valor de temperatura y humedad en el silo. Esta situación también desencadena el aumento de insectos y hongos de moho que entraron al silo con el grano.
Monitoreo continuo
El monitoreo continuo de los niveles de temperatura y la humedad relativa dentro del silo es muy importante para mantener los granos seguros. Como concepto general podría afirmarse que el monitoreo de los granos a granel es más fácil que cuando se guardan en bolsas, debido a la facilidad de instalación de equipos de monitoreo de temperatura, dióxido de carbono (CO2), humedad, aireación y ventilación, entre otros.
Algunas construcciones de silos proporcionan sistemas de ventilación respaldados con controles de temperatura. Además, los silos pueden permitir la limpieza, secado o fumigación de granos. Pero también hay estructuras que solo servirán como almacenamiento para granos ya secos y limpios.
En rigor existen dos tipos de silos de granos:
- Los que están abiertos a la atmósfera en la parte superior (que son los convencionales), lo que asegura un flujo de aire constante hacia el área de almacenamiento.
- Los silos de atmósfera controlada (sin aberturas), cuyo diseño busca limitar la cantidad de oxígeno en el silo.
Métodos para el cuidado
Actualmente se emplean diferentes métodos para la conservación a largo plazo del grano almacenado en el silo, como la ventilación natural con ayuda de un ventilador y el enfriamiento. Otra técnica empleada es la fumigación con fosfina o fosfuro de hidrógeno (pH3), que es el fumigante más utilizado para el control de plagas en silos de granos.
Por ejemplo en los silos sellados se puede fumigar con tabletas generadoras de fosfina para controlar los gorgojos. Esto es más complicado en silos sin sellar: estos casos se puede llevar a cabo la fumigación bajo una lona (encarpado) a prueba de gas. En Wiagro por ejemplo ofrecemos una solución para la medición de calidad de fumigaciones en silos; esta herramienta permite medir y controlar en forma remota las fumigaciones con dispositivos de IoT, y por ejemplo detecta situaciones de fugas.
Dispositivos IoT
Para el monitoreo de silos, las nuevas tecnologías emergentes, como los sensores de Internet de las Cosas (IoT), permiten efectuar un control en tiempo real. Por ejemplo las soluciones poscosecha de Wiagro habilitan a monitorear en forma remota y emiten alertas tempranas por posible deterioro de la calidad del grano, cuando los niveles de humedad, temperatura y CO2 se van de los parámetros establecidos. Estas alertas llegan vía e-mail o Telegram a los teléfonos inteligentes de los productores.
A medida que aumenta la necesidad de alimentos en un mundo con población en ascenso, también se incrementa la importancia de preservar la cosecha de granos sin pérdidas. En este marco las herramientas de IoT permiten optimizar los controles para asegurar que la producción conserve su calidad.